Volviendo a la poesía con un poema y una canción,
y por las diversas razones por las que me empujas tú,
volviendo a la poesía indefinida y sin argumentos
y con frases amorfas que se golpean entre sí,
ideas paganas me aparecen y apenas se reconocen
volvíendose anónimos sin ritmo que no muestrar al autor,
vuelvo a la poesía de la medianoche,
que nacen con tus líneas y los minutos que me das,
aunque nacen sin rima que seguir,
aunque nacen sin ritmo que llevar,
vuelvo a la poesía como vuelve una enfermedad,
has perdido (o haz ganado como quieras verlo),
varios minutos de mi atención...
mientras me escondo corrigiendo mis errores,
y descubro que puedo no dejar de escribir...
si queremos cambiar el mundo hay que comenzar por cambiar nosotros primero