martes, junio 27, 2006

Corazón destilando sinceridad

Sinceridad hecha prosa, una de mis tantos correos hechos con pequeños desvaríos de verdad.....

Tal ves estas palabras lleguen más tarde de lo que tenía pensado, todavía talves no las quieras leer, tal ves no estés sola en este momento, tal ves sientas que no me haces falta y las cosas que estaré haciendo yo sin ti, podría decir muchas cosas desde el lugar en que me encuentro tan lejos de ti y con tanta extrañeza de hacer esto, de dejarme llevar por mis sentimiento y comenzar a escribir algo, tal vez es muy tarde y de cierta forma hayas encontrado alguien que te comprenda y te amé mucho más de lo que intenté yo. Sabes, es muy extraño todo esto, pensé en olvidar y zanjar un vacío a través de mi silencio, meditar y decidir qué caminos seguir en el futuro y aprovechar la distancia para exprimir al máximo mi soledad y seguir escribiendo como antes, pero realmente no puedo, lo intento muchas veces cuando llego a mi casa, enciendo la computadora y busco afanosamente el programa para comenzar a recordar, escribo unas líneas si tengo ganas y completo historias que ya escribí, me gana el vacío persistente que siento, me quedo prendado de un par de frases pero después lo comienzo a borrar todo de nuevo. Quisiera escribirte alguna poesía o tal vez alguna canción, hace mucho tiempo que no lo hago, y para ti realmente sería especial hacer algo, se me cruzan cientos de ideas hoy, planeo prometerte muchas cosas, decirte palabras dulces y frases tiernas, pero nada me sale ahora; si, estoy muy triste y también muy solo, es una sensación extraña pero desde hace unos meses mucho más común, presiento que cada instante que pierdas al leer palabras como estas sentirás un poco el vacío que siento ahora, me haces mucha falta, tal vez no tendría el valor de decirlo si te miro a los ojos, o si regresas sin avisarme antes, pero todavía extraño mucho tu forma casi infantil de mirarme, tu comprensión de aquello que hasta yo no entiendo de mi, de amar con esa sensualidad débil con la que prácticamente contagiabas todo nuestro alrededor, tu temor casi inexistente a lo desconocido y por supuesto, además y todavía, la convicción de lo que sentías por este ser humano que nunca hizo lo correcto cuando más lo necesitabas tú, estuve siempre alejado de todo lo que significabas, por el miedo casi paranoico que siento al comprometerme, supongo que mucha de la culpa es mía en tus errores, que influyó mucho la soledad y ausencia de cariño con que te mantuve, pero tu falta de madurez también la tuvo, y cuanto dolor a veces ocasionan aquellas faltas.
Pero ahora me haces falta, mucha falta más de lo que me gustaría escribir, pero me he prometido expresarme sin ocultar nada y extrañando todo, me he prometido dedicar cada línea al tiempo que nos dimos, a los recuerdos y a los lugares que visitamos, voy a tratar de escribir poesía, hace mucho que no lo hago, no sería sincero decirte ni prometerte cosas que tal vez no cumpliré, solamente me dejaré llevar por lo que siento en estos momentos y el lugar que ocupas en mí.
Corazón, ya no encuentro tus manos en las noches,
ya no puedo dedicarte bromas tontas,
caminar por tu casa y no sentir tu vacío,
ya no puedo mirar tu calle sin recordar tu nombre;
Corazón, he cantado muchas canciones desde que te fuiste,
fue hace tan poco pero me parece tan lejos
y las canciones han seguido pero no estas conmigo,
y nada de beba logra mitigar tu recuerdo;
Corazón, no sé si te escribiré de nuevo,
no sé si podré dejar que mis palabras recorran tu silueta,
que mis canciones acaricien tiernamente tu oído,
ó voz vibre velozmente por tu cabello.
Corazón, son mis últimas líneas,
tengo tanto que decirte pero temo que las palabras se queden en tus labios,
tanto que escribirte pero temo que a mis letras las borren tus manos,
tengo tanto que sentirte, pero temo que cuando regreses ya no sienta lo mismo.
Un beso, en donde más te guste y en todo lo demás también;
un beso, todas las mañanas cuando te levantes,
y uno en las noches cuando estés a punto de soñar;
un beso, a media mañana cuando el sol ilumine tu castaño cabello,
uno a media tarde, cuando el sol caiga y estés mirando al cielo buscando una razón,
y uno, además y todavía, cada instante que estés lejos de este mortal, que por primera vez tuvo el detalle de escribir para ti.

P.D. Todo lo mereces y mucho más el amor, no te sientas sola, deja que la soledad me acompañe a mi...

Octubre del 2004... Tanto tiempo ha pasado desde ahí... cuantos sentimientos tambíen...